Cuando recién me convertí había una persona que me enloquecía, me mal trataba, gritaba y insultada, por lo mas minino. Y todos me decían: tienes que perdonar...y yo respondía…si esta todo muy lindo, pero como hago para perdonar a alguien que ya se que mañana me seguirá torturando? (Aclaro que en este momento yo vivía de prestado en su casa y no tenia ni casa ni trabajo, o sea “dependía” de esta persona
Estaba todo muy lindo en la teoría, pero no podía poner lo en practica ya que esta persona no me dejaba en paz un solo día.
Dios me hablo por el libro de Nehemias, este profeta fue llamado por Dios a restaurar las murallas de Israel que estaban derribadas por que la ciudad había sido tomada, y en un momento mientras ellos construían la murallas, los atacaban los enemigos.
Mientras en una mano tenían una espada en la otra tenían una pala (Nehemias 4:17) .
Dios me decía, que lo mismo nos sucede a nosotros, cuando venimos a Cristo, muchos hemos venido de muchos golpes, heridas, fracasos, nuestras “murallas” estaban caídas, nuestra “ciudad” había estado sitiada por todo tipo de enemigos, y estábamos tratando de "levantar" estas murallas, rehacer nuestras vidas pero viene el enemigo a tratar de impedir lo.
Y como actúa el enemigo? Usa personas (Efesios 6:12) las usa en contra nuestro, pero no es la persona sino un espíritu que la usa en contra nuestro, según la palabra, y si es una persona cercana “mejor”, duele mas.
El Sr., me mostraba que estaba siendo atacada de esta forma por que en "mis murallas" habían muchas brechas, causadas por heridas, dolores, rencores , falta de perdón que yo aun no había entregado a El, y el enemigo se aprovechaba de esto para atacar me, para que yo bajara los brazos.
Note que a medida que me ida sanando el alma, en el mundo espiritual esto representaba que yo estaba restaurando mis "murallas de protección", o sea cada vez mas, poco a poco el enemigo iba perdiendo poder sobre mi para atacar me.
Hoy se como el enemigo ataca cuando usa a personas y como esquivar lo, pero tenemos que tener la espada y la pala en ambas manos, o sea, mientras estamos restaurando nuestras “murallas” a través del perdón de la santidad y la busqueda y la comunión con El, el enemigo me atacara. Es como que estuviese levantando un muro y alguien me estuviera tirando del brazo para no hacer lo, tengo que con una mano edificar y con la otra esquivar a mi adversario.
No podemos “razonar” las cosas de Dios, por que SUS caminos y pensamientos NO SON LOS NUESTROS, debo obedecer lo sabiendo (por fe) que obtendré la victoria SI HAGO su VOLUNTAD, al perdonar.
Ahora si me pongo a pensar: es un absurdo, nunca lo lograre, no voy a perdonar a esta persona pues mas bien quiero que desaparezca en vez de perdonar la, ya no necesito un enemigo, soy mi propio enemigo.
Todo lo que hagamos tiene que ser en la confianza de que si El nos pide…El sabe lo que hace. He visto en mis años de cristiana, personas trataren “a su manera” este tipo de situación, y terminaren mas hundidas que al empezar.
Hermanos, si lo que te hicieron es demasiado doloroso y crees que no podes perdonar, se sincero con el Sr., dile: Sr., no puedo perdonar, ni aun recordar lo que me hicieron, ayúdame! Quiero hacer tu voluntad, aunque esta no sea la mía.
