En 1ª de tesalonicenses 5:23 el apóstol Pablo dice: Que el mismo Dios de paz os SANTIFIQUE POR COMPLETO; y TODO vuestro ser - espíritu, alma y cuerpo- sea guardado irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
domingo, 9 de octubre de 2011
La envidia
Empecé el tema con una pregunta, por que conozco personas que son envidiosas pero no se dan cuenta, aunque parezca ilógico, puede ser, inconciente y natural.
Simplemente por que la envidia puede haber sido heredada, o esta a tanto tiempo en el control de la persona, que lo toma como parte de su personalidad, y como tenemos un concepto de que el que envidia quiere el mal del otro no, aceptan que tengan este sentimiento en sus corazones.
Porque a causa de la envidia, José fue vendido por sus hermanos (hechos 7:9) y Jesús fue traicionado también por la envidia (Mateos 27:18). La envidia si bien es mala y debemos arrancar la de nuestro corazón, no siempre es motivo de querer que el otro sea destruido.
La envidia es este sentimiento de "por que esta persona tiene tal cosa y yo no?". Notamos la envidia en personas que hacen comentarios del tipo: mira tal persona la pareja, casa, trabajo, estudio, ministerio..., que tiene, no se lo merece! (pero yo si). O cuando alguien logra algo, lo criticamos, por que lo hubiéramos querido para nosotros. Es esta bronca por ver a alguien que llego donde nosotros hubiésemos querido llegar, pero no nos esforzamos lo suficiente, o no tuvimos las oportunidades del otro. Yo antes de ser creyente nunca creí que la envidia fuera algo que me pudiera afectar, mas bien creía que el envidioso sufría y punto (según proverbios 14:30). Pero un día conocí una persona que de tan envidiosa todo lo que envidiaba se destruía, sea una trabajo ajeno, una pareja, diferentes cosas o situaciones que esta persona se enteraba que le sucedían a otros y luego esto les salía mal,( descubrí Proverbios 27:4).
Ahora si nos identificamos con algunos de estos comentarios o sentimientos de bronca en nuestros corazones, por que yo puedo disimular y engañar a los demás, pero Dios esta viendo mi corazón y lo esta pesando...
Galatas 5:21 dice que la envidia hace parte de las obras de la carne, entonces si queremos ser espirituales tenemos que sacar este sentimiento de nuestros corazones si lo hay!
Y como lo hago?
1º - Debo identificar lo: como reaccionas o que sentís, cuando ves a alguien que se casa, se puso de novio, prospero, creció su ministerio, tiene mas dones o es mas usado por Dios, tiene un buen pasar, una carrera exitosa o tiene lo que a vos te hubiese gustado tener y no lo lograste? (seamos sinceros, el Espíritu Santo habita adentro nuestro, nadie te esta viendo ahora y nadie te juzgara).
2º - Si identificaste la envidia en tu corazón sea "buena" o mala (por que algunos dicen que tienen una envidia sana o buena). Debes buscar la causa, o sea, la envidia es un espíritu que nos llena la mente de malos pensamientos, y aun nos puede hacer actuar en contra de otros, con criticas, murmuración, venganza..., pero por que tiene este poder en nosotros? Porque encontró una "brecha" en nuestros corazones!
Puede ser como dije antes generacional, heredada, o "alimentada" a través de los años de fracasos, golpes, desilusiones, situaciones que dañaran, nuestras vidas.
Entonces: debemos ir al Espíritu Santo en oración, pedir le que nos revele cuando fue la primera vez que conciente o inconcientemente esta puerta se abrió en mi vida, y cerrar la, sea cortando la ligadura, perdonándome, perdonando a los que me dañaran y arrepintiendo me de haber dado lugar en mi vida a este sentimiento.
En Tito 3:3, dice que la envidia era una de las cosas que teníamos antes de Cristo, la vieja vida, el viejo hombre, o sea ya no lo podemos permitir que este en nosotros, si decimos que somos de Cristo.
Porque Dios no hace acepción de personas y bendice a todos por igual, pero no recibo bendición si la maldad esta en mi.
lunes, 14 de febrero de 2011
Maldiciones generacionales II
Tratemos la relación directa que las prácticas consientes o inconscientes de pecado tienen con las maldiciones generacionales y que afectan a familias enteras, como también a individuos que sinceramente buscan hacer la voluntad de Dios, pero no lo logran en su totalidad.
A cuantos cristianos sinceros conocemos que asisten regularmente a la iglesia y se esfuerzan con todo su corazón por vivir en santidad… y sin embargo sus esfuerzos parecen condenados al fracaso, vez tras vez. Nada parece salir bien.
O por ejemplo, escuchar algo como esto: “mi vida marchaba muy bien hasta que acepté a Jesucristo… ¡luego todo lo malo que podía pasarme, me pasó!”, o al principio de mi conversión todo iba muy bien, pero de pronto, todo se estanco!
Sí, es cierto, puede estarle pasando a usted hoy. Muchos no pueden comprender que es lo que está pasando.
También están los cristianos que batallan año tras año con toda clase de enfermedades y accidentes catastróficos.
Familias atormentadas por problemas tales como enfermedades mentales, suicidios, violencia, alcoholismo, enfermedades físicas, divorcios, incestos, promiscuidad, vicios y pobreza.
Esto afecta tanto a personas como a iglesias, y naciones, que batallan por años pero no pueden crecer o se dividen constantemente y hasta algunas… se cierran o son destruidas!!
Todo esto se debe a maldiciones que por ignorancia no han sido quebrantadas.
• Definición: maldición, es una imprecación que se dirige contra una persona o cosa, manifestando enojo y aversión hacia ella, y muy particularmente con el deseo de que le venga algún daño.
• Maldecir: echar maldiciones sobre una persona.
El propósito es causarle mal y ruina y ha veces hasta la muerte.
La ignorancia es una maldición: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento”. Oseas 4:6
La palabra “maldición”, en sus diversas formas, se encuentra más de 230 veces en la Biblia. En hebreo hay seis palabras diferentes y en griego hay tres palabras distintas que se traducen como “maldición”. Dando a conocer diversos aspectos de la maldición. Sin duda que cualquier tema de la Biblia que tenga un énfasis tan extenso merece nuestra atención.
Además, es obvio, que en muchas personas escasean las bendiciones de Dios en sus vidas, como explicábamos anteriormente.
La ausencia de la bendición de Dios, es prueba de una maldición. Somos malditos o benditos: no hay términos medios.
Debemos determinar el “si” y el “por qué” estamos bajo una maldición y estar seguros de lo que debemos hacer para echar atrás esa condición.
DIOS, EN NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, NOS HA DADO GRANDES PROVISIONES PARA PASAR DE LA MALDICION A LA BENDICION.
A) CARACTERISTICAS:
1- Son reales: La Biblia afirma su realidad cuando Dios mismo dice que El: “…visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. Éxodo 34:7
1. Y como los israelitas veían que estas maldiciones pasaban a sus descendientes, hicieron este dicho: “… Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera”. Ezequiel 18:2
2. En otras palabras, los hijos sufrían por los pecados de sus padres. Las maldiciones generacionales impuestas por Dios, eran verdaderas. Hay muchos relatos bíblicos que nos muestran la realidad de las maldiciones y no podríamos detenernos en todos.
2- Maldiciones generacionales:
3. “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, PARA QUE VIVAS TU Y TU DESCENDENCIA”. Deut. 30:19
4. Cuando el hombre escoge andar en obediencia con Dios, se le aseguran las bendiciones de Dios sobre su vida; y estas bendiciones pasarán a sus hijos y a los hijos. No así, cuando el hombre elige ignorar los mandamientos de Dios, o en forma abierta se rebela contra las leyes de Dios, será maldito al igual que su descendencia.
5. “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que este arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que VISITO LA MALDAD DE LOS PADRES SOBRE LOS HIJOS HASTA LA TERCERA Y CUARTA GENERACION DE LOS QUE ME ABORRECEN, Y HAGO MISERICORDIA A MILLARES, A LOS QUE ME AMAN Y GUARDAN MIS MANDAMIENTOS”. Éxodo 20:4-6
6. Dios se comunicó en el Sinaí y le dio los diez mandamientos. En ellos, Dios prohibió la idolatría bajo la pena de una maldición que iba a pasar hasta la “… tercera y cuarta generación”, (Ex. 34:7). Supongamos que un hombre comete el pecado de idolatría (que incluye lo oculto). Además, supongamos también, que él y cada uno de sus descendientes por cuatro generaciones tienen tres hijos cada uno. Esto eleva la cantidad hasta cuarenta descendientes que estarán bajo la maldición puesta por la iniquidad de un antecesor.
7. Si regresamos al árbol genealógico, cada uno de nosotros tiene dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos y dieciséis tatarabuelos – es decir, un total de treinta antepasados de los cuales posiblemente, se derivan las maldiciones. Al buscar la causa de las maldiciones con esta luz, es fácil ver que una persona puede perfectamente sufrir toda clase de maldiciones debido a pecados de sus antecesores.
8. La Santa Biblia en la segunda parte del capítulo 28 de Deuteronomio, enumera varios efectos comunes como consecuencias de las maldiciones, que por otra parte, siempre están ligados a la desobediencia, ellos son:
• Pobreza o insuficiencia financiera completa.
• Esterilidad e impotencia, así como abortos y otras complicaciones en el área de la reproducción.
• Fracasos en planes y proyectos.
• Enfermedades y dolencias, sobre todo afecciones crónicas y hereditarias.
• Muertes prematuras y muertes por causas no naturales.
• Vidas con traumas, siempre se va de una crisis a otra.
• Quebrantos mentales y emocionales.
• Ruptura de las relaciones familiares e inclusive divorcios.
• Obstáculos espirituales para oír la voz de Dios, percibir la presencia del Señor, comprender la Biblia, concentrarse en la oración y la ausencia de dones espirituales.
Ya dijimos anteriormente, acerca del dicho que los judíos habían inventado. Sin embargo, Dios declaró que llegaría el tiempo cuando este dicho iba a dejar de ser apropiado. Su pueblo iba a entrar bajo un “pacto nuevo”. Dios mismo escribiría su ley en “sus corazones”, y todo hombre sería directamente responsable de sus propios pecados, (Jeremías 31:29-33). Este nuevo pacto es la gracia provista por nuestro Señor Jesucristo, cuando vertió su sangre preciosa a favor de la humanidad.
La gracia no significa que una maldición ya no vuelve a pasar a las generaciones siguientes. Significa que por medio de la muerte redentora de Jesús, Dios ha provisto la rotura para la maldición.
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero)”. Gálatas 3:13. Cualquier persona que tenga evidencias de maldiciones generacionales que obren en su vida. Debe apropiarse de las provisiones de la cruz. Debe confesar sus propios pecados y los pecados (conocidos y desconocidos) de sus progenitores y antepasados. Los efectos de las maldiciones no son otra cosa que parte de las obras del diablo que Jesús vino a destruir, (1 Juan 3:8). Los demonios han perpetuado maldiciones que ahora se pueden echar fuera y cancelar. ¡Se les debe ordenar salir en el Nombre de Jesús!
Debemos en oración, pedir revelación a Dios de cual o cuales maldiciones aun nos persiguen a causa de pecados de nuestros antepasados, y por cual pecado tuvo autoridad sobre nuestra descendencia.
A partir de allí, pedir perdón a Dios por los pecados de nuestros padres, abuelos, etc., y declarar en el nombre de Jesús que toda maldición es rota, por Su sacrificio en la cruz.
(tema enviado por la hermana Diomaris Moreno)
A cuantos cristianos sinceros conocemos que asisten regularmente a la iglesia y se esfuerzan con todo su corazón por vivir en santidad… y sin embargo sus esfuerzos parecen condenados al fracaso, vez tras vez. Nada parece salir bien.
O por ejemplo, escuchar algo como esto: “mi vida marchaba muy bien hasta que acepté a Jesucristo… ¡luego todo lo malo que podía pasarme, me pasó!”, o al principio de mi conversión todo iba muy bien, pero de pronto, todo se estanco!
Sí, es cierto, puede estarle pasando a usted hoy. Muchos no pueden comprender que es lo que está pasando.
También están los cristianos que batallan año tras año con toda clase de enfermedades y accidentes catastróficos.
Familias atormentadas por problemas tales como enfermedades mentales, suicidios, violencia, alcoholismo, enfermedades físicas, divorcios, incestos, promiscuidad, vicios y pobreza.
Esto afecta tanto a personas como a iglesias, y naciones, que batallan por años pero no pueden crecer o se dividen constantemente y hasta algunas… se cierran o son destruidas!!
Todo esto se debe a maldiciones que por ignorancia no han sido quebrantadas.
• Definición: maldición, es una imprecación que se dirige contra una persona o cosa, manifestando enojo y aversión hacia ella, y muy particularmente con el deseo de que le venga algún daño.
• Maldecir: echar maldiciones sobre una persona.
El propósito es causarle mal y ruina y ha veces hasta la muerte.
La ignorancia es una maldición: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento”. Oseas 4:6
La palabra “maldición”, en sus diversas formas, se encuentra más de 230 veces en la Biblia. En hebreo hay seis palabras diferentes y en griego hay tres palabras distintas que se traducen como “maldición”. Dando a conocer diversos aspectos de la maldición. Sin duda que cualquier tema de la Biblia que tenga un énfasis tan extenso merece nuestra atención.
Además, es obvio, que en muchas personas escasean las bendiciones de Dios en sus vidas, como explicábamos anteriormente.
La ausencia de la bendición de Dios, es prueba de una maldición. Somos malditos o benditos: no hay términos medios.
Debemos determinar el “si” y el “por qué” estamos bajo una maldición y estar seguros de lo que debemos hacer para echar atrás esa condición.
DIOS, EN NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, NOS HA DADO GRANDES PROVISIONES PARA PASAR DE LA MALDICION A LA BENDICION.
A) CARACTERISTICAS:
1- Son reales: La Biblia afirma su realidad cuando Dios mismo dice que El: “…visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. Éxodo 34:7
1. Y como los israelitas veían que estas maldiciones pasaban a sus descendientes, hicieron este dicho: “… Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera”. Ezequiel 18:2
2. En otras palabras, los hijos sufrían por los pecados de sus padres. Las maldiciones generacionales impuestas por Dios, eran verdaderas. Hay muchos relatos bíblicos que nos muestran la realidad de las maldiciones y no podríamos detenernos en todos.
2- Maldiciones generacionales:
3. “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, PARA QUE VIVAS TU Y TU DESCENDENCIA”. Deut. 30:19
4. Cuando el hombre escoge andar en obediencia con Dios, se le aseguran las bendiciones de Dios sobre su vida; y estas bendiciones pasarán a sus hijos y a los hijos. No así, cuando el hombre elige ignorar los mandamientos de Dios, o en forma abierta se rebela contra las leyes de Dios, será maldito al igual que su descendencia.
5. “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que este arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que VISITO LA MALDAD DE LOS PADRES SOBRE LOS HIJOS HASTA LA TERCERA Y CUARTA GENERACION DE LOS QUE ME ABORRECEN, Y HAGO MISERICORDIA A MILLARES, A LOS QUE ME AMAN Y GUARDAN MIS MANDAMIENTOS”. Éxodo 20:4-6
6. Dios se comunicó en el Sinaí y le dio los diez mandamientos. En ellos, Dios prohibió la idolatría bajo la pena de una maldición que iba a pasar hasta la “… tercera y cuarta generación”, (Ex. 34:7). Supongamos que un hombre comete el pecado de idolatría (que incluye lo oculto). Además, supongamos también, que él y cada uno de sus descendientes por cuatro generaciones tienen tres hijos cada uno. Esto eleva la cantidad hasta cuarenta descendientes que estarán bajo la maldición puesta por la iniquidad de un antecesor.
7. Si regresamos al árbol genealógico, cada uno de nosotros tiene dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos y dieciséis tatarabuelos – es decir, un total de treinta antepasados de los cuales posiblemente, se derivan las maldiciones. Al buscar la causa de las maldiciones con esta luz, es fácil ver que una persona puede perfectamente sufrir toda clase de maldiciones debido a pecados de sus antecesores.
8. La Santa Biblia en la segunda parte del capítulo 28 de Deuteronomio, enumera varios efectos comunes como consecuencias de las maldiciones, que por otra parte, siempre están ligados a la desobediencia, ellos son:
• Pobreza o insuficiencia financiera completa.
• Esterilidad e impotencia, así como abortos y otras complicaciones en el área de la reproducción.
• Fracasos en planes y proyectos.
• Enfermedades y dolencias, sobre todo afecciones crónicas y hereditarias.
• Muertes prematuras y muertes por causas no naturales.
• Vidas con traumas, siempre se va de una crisis a otra.
• Quebrantos mentales y emocionales.
• Ruptura de las relaciones familiares e inclusive divorcios.
• Obstáculos espirituales para oír la voz de Dios, percibir la presencia del Señor, comprender la Biblia, concentrarse en la oración y la ausencia de dones espirituales.
Ya dijimos anteriormente, acerca del dicho que los judíos habían inventado. Sin embargo, Dios declaró que llegaría el tiempo cuando este dicho iba a dejar de ser apropiado. Su pueblo iba a entrar bajo un “pacto nuevo”. Dios mismo escribiría su ley en “sus corazones”, y todo hombre sería directamente responsable de sus propios pecados, (Jeremías 31:29-33). Este nuevo pacto es la gracia provista por nuestro Señor Jesucristo, cuando vertió su sangre preciosa a favor de la humanidad.
La gracia no significa que una maldición ya no vuelve a pasar a las generaciones siguientes. Significa que por medio de la muerte redentora de Jesús, Dios ha provisto la rotura para la maldición.
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero)”. Gálatas 3:13. Cualquier persona que tenga evidencias de maldiciones generacionales que obren en su vida. Debe apropiarse de las provisiones de la cruz. Debe confesar sus propios pecados y los pecados (conocidos y desconocidos) de sus progenitores y antepasados. Los efectos de las maldiciones no son otra cosa que parte de las obras del diablo que Jesús vino a destruir, (1 Juan 3:8). Los demonios han perpetuado maldiciones que ahora se pueden echar fuera y cancelar. ¡Se les debe ordenar salir en el Nombre de Jesús!
Debemos en oración, pedir revelación a Dios de cual o cuales maldiciones aun nos persiguen a causa de pecados de nuestros antepasados, y por cual pecado tuvo autoridad sobre nuestra descendencia.
A partir de allí, pedir perdón a Dios por los pecados de nuestros padres, abuelos, etc., y declarar en el nombre de Jesús que toda maldición es rota, por Su sacrificio en la cruz.
(tema enviado por la hermana Diomaris Moreno)
domingo, 6 de febrero de 2011
Maldiciones generacionales.
Realmente, es interesante notar como la palabra de Dios se cumple en cada detalle, porque “viendo, no vemos”! Muchos cristianos leemos la palabra, pero no recibimos las bendiciones y la vida de victoria que nos promete en ella, porque no profundizamos en la oración y la comunión con Jesús. Muchos declaramos que estamos de gloria en gloria, de triunfo, en triunfo, pero la realidad en su mayoría no es así!
Sabemos que en el mundo tendremos aflicciones, pero muchos viven, en aflicciones! Nunca un descanso, se pasan de una lucha a otra, o tiene luchas las cuales, pareciera que nunca se terminan.
Entiendo que vivimos en tiempos, de muchas falsas doctrinas, hay tanta confusión en la iglesia de Cristo hoy en día que muchos ya no saben que es verdad y lo que no es o en que creer, y en lo que no creer!!
Pero yo soy de las que dicen! No crean lo que digo, pidan en oración a Dios confirmación, porque, “tenemos que probar a todos los espíritus”, si son de Dios!
¿Porque digo esto? Porque unos enseñan una cosa y otros otra totalmente opuesta, entonces lo mas común es que en vez de orar pidiendo a Dios revelación, confluimos y aceptamos, lo que es mas “coherente”, o lo que mas nos conviene escuchar, porque al fin al cabo… no quiero tanta complicación!
Muchos creen que al aceptar a Jesús en su corazón y empezar a congregarse o participar en algunas campañas, YA ESTA! Todo fue hecho nuevo, ya soy una nueva criatura, todo lo viejo ya paso! Pero yo pregunto. Si es tan así, tan rápido y fácil. ¿Por qué la iglesia de Cristo hoy en día, vive como si fuera el mundo? ¿Tienen luchas iguales o peores que el mundo? Y en su mayoría sigue viviendo como antes de conocer a Cristo, en su vieja forma de vivir?
Hay un tema muuuuuuy importante como el de las MALDICIONES, pero es tomado con muy o casi ninguna importancia hoy en día! Muchos “recitan” textos bíblicos, creyendo que con solo nombrar estos textos, toda maldición se esfuma, como por arte de magia! Sabemos que el pecado trae maldición, así lo aclara la palabra (Jeremías 11:3; Deuteronomio 28:15). El sinónimo de la palabra pecado, seria para los que no lo saben; falta, culpa, yerro, defecto, mancha, desliz, infracción, transgresión, maldad, vicio, imperfección, flaqueza, perversidad, vileza. O sea, todo lo que va contrario a lo que Dios nos enseña que hagamos, “es pecado” y el pecado trae maldición! El cual es contrario a bendición!
Ahora, si queremos vivir en bendición y no en maldición, tenemos que sondar nuestras vidas y las de nuestros antepasados, ya que según Deuteronomio 28;18, (maldito el fruto de vuestro vientre), tanto nosotros, por partes de nuestros padres como nuestros hijos por nuestra parte, podemos estar bajo maldición, sin saberlo!
Por ejemplo; Si alguien comete adulterio, y no se convierte, arrepiente, pide perdón a Dios , la maldición que viene a sus vidas a causa de su pecado, atingirá a sus hijos! ¿Por qué? Porque esta escrito, que la maldición pasaría de padres a hijos!
Si uno a ambos padres fueran idolatras, delincuentes, promiscuos, fornicarios, etc., estamos bajo maldición, porque no hubo arrepentimiento que es, lo que corta la maldición!
Entonces, si nuestros padres pecaron y no se arrepintieron, nos maldijeron, sin querer!
Amados, pidamos revelación al Señor sobre nuestras vidas, Jesús se hizo maldición en la cruz, para que nosotros fuéramos libres de la maldición, pero si no identificamos la maldición, ella seguirá sobre nosotros, porque necesitamos “REVELACION”!
Si hay en nuestras vidas situaciones en las cuales, no podemos ser libres, problemas económicos, emocionales, familiares, de salud, y que tal vez nuestros padres lo pasaron, puede que aun hayan maldiciones generacionales sobre nosotros, por que la maldición seguirá hasta la 3ª y 4ª generación de los que lo aborrecen (Deuteronomio 5:9).
Nos seamos sabios en nuestra propia opinión y perdamos por no orar correctamente, las bendiciones que están reservadas para nosotros. Vayamos en oración, ante nuestro Padre, y pidámosle que nos revele si aun existen maldiciones que no hayan sido cortadas.
Que Dios nos ilumine y ayude y ruego que El traiga revelación a cada persona que lea este mensaje!
jueves, 3 de febrero de 2011
Ser inteligente emocionalmente
Uno de los puntos sobre la inteligencia emocional es: la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos y la habilidad para manejar los.
Que quiere decir esto? Que yo, me doy cuenta de mis limitaciones, mi capacidad de tolerancia y poder para dominar, aceptar, tolerar, soportar mis emociones y las ajenas.
Ahora, que tiene esto que ver con ser cristiana? Muy simple: esta semana hablando con una amiga, me dijo: estoy cansada de perdonar, de tolerar, de soportar a la gente, no aguanto mas, siempre soy yo la que tiene que poner la otra mejilla??? Y por que le pasa esto a uno? ¿Como manejarlo? se supone que "tenemos que amar a nuestro prójimo como a uno mismo!
Acá es donde entra la inteligencia emocional. La palabra de Dios dice en Mateo 10:36 que nuestros enemigos serán los de nuestra casa, en otras palabras… nuestros padres, cónyuges, hijos, etc. Lamentablemente el enemigo usara todo lo que este a su alcance para frenarnos, debilitarnos, robarnos la fe, y aun destruirnos, y si puede, aun usando a nuestros amados!
Acá entra la inteligencia emocional... en proverbios 4:23 dice que guardemos nuestro corazón...., cuando yo guardo mi corazón, lo estoy cuidando, protegiendo, celando cuidadosamente.
Pero si estoy resentida, herida, con broncas o rencores, con personas las cuales convivo, comparto o "tengo" que tener contacto o trato las cuales se supone debería amar, pero son personas “difíciles”, más bien las detesto, estoy fallando completamente con mi obediencia a la palabra, y cuando a esto no hay excusas.
En 2ª Corintios 6:14 dice: ¿que COMPAÑERISMO tiene la justicia con la injusticia, o la luz con las tinieblas? La misma palabra nos enseña, que tenemos que hacer con estas personas....NO TENER COMPAÑERISMO! Y el sinónimo de compañerismo es: amistad, aprecio, confianza, familiaridad, intimidad, o sea: si tengo padres, hermanos, tíos, suegros lo que sea, que me esta haciendo la vida imposible, por que, no están en Cristo, o si lo están, pero aun no fue o no fueran transformados no son nuevas criaturas y pareciera que vinieran al mundo para hacer me la vida difícil, debo alejar me de esta o estas personas.
Pero alejar me con amor, no desaparecer! O como los que dicen: los perdono pero no los quiero ni ver.
No debo estar a “disposición” o ser un trapo de nadie que venga a lastimarme, luego de haber perdonado a esta persona con todo el corazón (no de la boca para afuera) debo bendecirla, aun me haya ocasionado daño o herida. Luego demostrarle que cuando necesite estaré para auxiliarla si lo necesita, pero mientras se empeñe en mal tratarme, dejare bien claro que no se lo permitiré! Porque ser cristiano no es sinónimo de ser alfombra de nadie, tenemos un corazón, tenemos sentimientos y si yo no los cuido, nadie los hará por mí! El enemigo usara esta situación para cansarme, endurecerme, frenarme.
Pero a la vez estaré mostrando a esta persona que esta equivocada, que su forma de actuar no es la correcta, que ella tiene que cambiar su trato hacia los demás, porque como dice el dicho, el que calla … otorga. Si yo no me alejo estoy consintiendo con el mal trato y por ende le estoy diciendo indirectamente que acepto que me mal traten.
Si no tomo distancia, no pongo limites, me dañaran, y nunca sabrán que estan mal, pues estoy permitiendo que me dañe, y no estoy demostrando que me amo, pues el que se ama, se respecta, y se hace respetar.
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